Las bodas de destino toman cada vez más auge en el mundo entero. Es algo así como casarse en luna de miel.

Viajar a un lugar exótico con los seres queridos para disfrutar un fin de semana inolvidable mientras profesionales se encargan hasta del más mínimo detalle.

Popayán se encuentra plácida a 1750 mts sobre el nivel del mar en la cordillera de los Andes con un agradable clima templado.

Es una ciudad que por su glorioso pasado tiene una imponente arquitectura colonial con las más bellas iglesias dentro de un muy bien conservado sector histórico con calles llenas de historias y tradición.

Es una ciudad romántica por vocación: cuna de poetas e idealistas donde sus parroquianos afirman que a la sombra de un roble reposan los restos de Alonso Quijano y que la mayor industria en la región es sin lugar a dudas la incesante producción de atardeceres con arreboles.

Es también la génesis de grandes y nobles familias que le imprimieron a la comarca un carácter galante, altivo y refinado.

Hoy ostenta con orgullo el título de “Ciudad Gatronómica de la UNESCO” en reconocimiento a sus artes culinarias donde además cada año se celebra el congreso Nacional de Gastronomía, certamen que reúne a lo más granado de la academia mundial en la materia. Esto ha generado un importante desarrollo en la planeación y ejecución de grandes eventos dando pie a un mercado especializado.

En síntesis Popayán ofrece una amplia gama de posibilidades para la realización de bodas en un bello entorno donde la oferta local se encarga del alojamiento, locación, decoración, alimentos y bebidas, menaje, peluqueros, carros antiguos, orquestas, mariachis, DJ, show de media noche, e inclusive hasta de los invitados si usted no quiere llevar los suyos; con el gran atractivo de que los precios parecen estar anclados a el siglo XIX.

En otras palabras, usted solo tiene que decir “Si, acepto”.

Contenido Original: Naturalezaydescanso.com